miércoles, 20 de octubre de 2010

El truco consiste en seguir respirando

Estos días fueron los clásicos en los que no siento nada, las ganas se habían ido, la fuerza, toda sensación de que existía no estaba. Por suerte son lapsos y no duran demasiado. Me paso al volver de mi viaje al chaco en mayo y me paso ahora.
 Ponerme a pensar si estoy yendo por donde quiero ir y a la vez ya no pensar nada es una situación rara. En esos pensamientos que nunca tuvieron lugar di por finalizadas, perdonadas y hasta olvidadas (por así decirlo) muchas cosas…otras solo las pospuse hasta que tenga la forma de enfrentármelas. Creo que es la manera más sana de seguir con este viaje, porque falta mucho y todos lo saben…todavía todos ven el rencor que mi corazón tiene y se refleja en mis ojos. Creo que es una de las cosas que dejo para más tarde, no porque no quiera hacerle frente es porque no puedo hacerlo…
Olvidar no es simple, creo que es imposible…me dijeron alguna vez en esas frases matadoras de esa persona que siempre se queda con la última palabra, - yo perdono pero nunca olvido-
Yo también aunque tiendo a olvidarme de muchas cosas, la gran mayoría de mis lagunas mentales son por conveniencia propia. Reconozco que si me olvido es porque quiero y porque es la mejor manera de seguir, con la indiferencia, demostrarme a mí mismo que a pesar de todo sigo acá porque el truco consiste en seguir respirando, y todos lo sabemos y lo entendemos…pero siempre es más fácil olvidarnos de esa simple regla para no tener que afrontar lo peor…la misma vida y las consecuencia de ocupar ese espacio y como tal gota de agua tener plena y total capacidad de afectar a los demás con tus decisiones.
 De ahora en más las cosas son diferentes me espera algo allá afuera, no sé qué será pero esta, no creo creer en dios pero si en el destino que se construye con la confluencia de esta capacidad de afectar la vida de los demás de escribir su historia letra por letra, momento a momento.
Es diferente, soy diferente  y quizás porque ahora miro hacia adelante.
Prometo post más alegres  y menos filosóficos deprimentes, pero bueno también es producto de las historias de las que uno se nutre acá en los blogs de personas que pasaron lo mismo y peor que yo.
Joe

3 comentarios:

  1. Esos momentos de bajón los hemos vivido todos alguna vez, esa anestesia generalizada que te deja indemne de cualquier emoción... pero como tú bien dices lo bueno es que ese estado se pasa y desde ahí es más fácil ser optimista y convencernos de que lo que está por llegar será mejor que lo que dejamos atrás.

    Está muy bien que mires al frente, mirar para atrás sólo puede conducirnos a tropezar con los obstáculos del camino.

    Mucho ánimo.

    Un beso

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  2. es verdad, fue re filosófico pero estuvo bueno!
    la verdad, tenes alma de escritor!!

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  3. compañero...me cuesta seguirte,me tomó un tiempito,largo...sos brillante, brillante, en el uso de la palabra!
    pocas veces lo veo,,,muy pocas...
    gracias por comentar en mi blog!
    ya te sigo...
    un abrazo
    lidia-la escriba

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