viernes, 2 de diciembre de 2011

Quien lo hubiera pensado


Siento que, y después de años, el pasado vuelve a atormentarme. Esto viene a colación del último post en el cual hable sobre los recuerdos y cuál es el punto en donde debemos dejarlos ir o seguir manteniéndolos en la memoria.
Y yo siento que tu mirada me cruzo inesperadamente y tan normal como cruza mi sangre por mis venas.
Y siento que esa mirada tenía la misma inocencia, ternura y lujuria que la vez anterior. Y la anterior, y la anterior.
Solo pregunto qué maldito destino quiere reírse a mis espaldas, frentes y costados con este chiste macabro.
Ahora soy yo quien se ríe también.
En ese encuentro fortuito y noctambulo te mire sin pensar, te mire sin sentirte.
Es ese encuentro nocturno y breve mire a tu nueva media naranja y le sonreí desinteresadamente.
Pero a pesar de todo eso no sabía que eras vos, no sabía quién era el.
Y no dormí pensando en una respuesta. Y no soñé por miedo a encontrarla. Tampoco cerré los ojos porque cada vez que lo hacía veía tu mirada pasarme de costado como si de una película romántica se tratase.
Y si esta fuera una se esas películas, en ese reencuentro inesperado vos saltarías a mis brazos como si nunca nos hubiéramos ido.
Pero no es lo que quiero.
Y hoy sé que sos vos.
Y ayer ya lo presentía.
Y hoy quiero verte para saber cómo esta. Quizás por culpa o nostalgia.
Pero prefiero que no pase.
Por qué dejaría que ese pasado que creía cerrado vuelva a mi puerta.
Y la puerta está abierta.
El martes pasado después de un día muy largo decido tomarme el colectivo donde siempre lo tomo cuando vuelvo de la universidad. Pero algo había diferente… primero dos chicos muy románticos sentados bajo el techo de la parada y segundo que uno me miraba a mí y hablaba con quién creo su novio, supongo que de mi porque llego el momento en los que ambos se dedicaron un momento a mirarme descaradamente. Fue uno de esos momentos donde el colectivo viene antes de lo esperado y puede haber sido bueno o malo. Quizás la situación se trasladaba a otra cosa o se volvía mas incomoda de lo que ya era. Los tres nos subimos al colectivo. Y todavía me acuerdo de esa sonrisa que tenía quien muy amablemente me cedió su lugar para pasar primero, ese quien sabía quien yo era por cuentos, por historias. Y al subir vi de reojo y más que eso, tus ojos negros que me miraban con una sonrisa propia. Y fue ahí cuando decidí seguir de largo y evitarte. Fue ahí cuando había encontrado a mi ex. Ex que debería de haber estado en la otra punta del país a 5 cuadras de donde yo antes vivía. Ex que estaba a más de 1500 Km de distancia de donde estoy ahora. Ex que por alguna razón que no quiero explicar estaba a centímetros mío mirándome con la misma mirada de siempre.
Y no es todo vive de nuevo a tan solo cuadras de casa.
No es irónico?

"Es conocer a el hombre de mis sueños 
Y conocer a su bellísimo esposo
Y ¿Es irónico… no lo crees? "

2 comentarios:

  1. Es injusto que las historias comiencen una y otra vez...

    Ultimamente a mis instantes les da por durar eternidades

    Tendría que regalarme el olvido infinitas veces el placer de ver al pasado esfumandose

    pero vuelve...
    La verdadera pelea, la guerra, está en tu cabeza
    Son las imágenes que vienes guardando con recelo, a las que acudes como album fotográfico
    lanzándote vorazmente a revivirlas y magnificar o añadirle una historia producto de tu mente....


    besos Joe

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  2. Dejame ver si te entendí, los chicos que viste en el paradero era tu ex, pero no te diste cuenta tiempo después? Wow, eso sí que es bravo! Te movió el piso? Lo comprendo, es dificil que alguien así no nos mueva el piso... pero es mejor mirar adelante, si el otro encontro a alguien... por que tú no?

    Cuidate
    Un abrazo!

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