Fue una sola vez, una sola mirada, un solo roce de nuestras energías
lo que basto para darme cuenta quien eras o quien ibas a ser en mi vida… Nunca
me sentí tan diferente al resto salvo en esos momentos donde sentía que el
mundo era un libro abierto a un futuro que se mostraba ante mí. Ese futuro solo
me hablaba de ese ser especial que alguna vez tuve en mi vida y hoy me habla de
vos. Llamalo destino, energías encontradas, casualidad o lo que quieras pero
desde el primer momento te dije que vos estabas ahí frente a mí… para mí y
nadie más.
Y quizás recién caí en la cuenta de lo que en verdad estaba
pasando cuando tus labios tocaron los míos cuando tu alma se recostó en mi
regazo y cuando tus primeras palabras fueron en un aire de incertidumbre y
dulzura… Por qué no me dijiste antes que te gustaba?
La respuesta no es sencilla… esos seres que suelo
encontrarme en la vida no siempre están ahí para mí o no es posible alcanzarlo
de la manera en que yo quisiera. Esos seres que están ahí, así como vos, pueden
mutar en la forma más rara del mundo y terminar alejándose como si no fuera ese
el lugar ni el tiempo propicio.
Es complicado decís… cuando sabemos que estamos a 1000 km de
distancia y que el estar separados puede quebrar mucho más las cosas o puede
unirlas más en la necesidad de nunca perder eso que tenemos. Ese sentimiento
que hoy no me atrevo a nombrarlo amor pero que siento desde el primer momento
en el que te vi, que te bese y que te sentí como si fueras mas parte mío que yo
mismo.
Sé que estoy loco por sentir cosas que lo demás no suelen
sentir y sé que me ha hecho hacer las cosas mal saber lo que siento o voy a
sentir mucho antes que los demás, pero hoy muy a pesar de que las cosas no
salgan como uno quiere, estoy feliz de sentir el cariño salido de la nada que
siento y que me dio ganas de volver a tener una vida junto a alguien especial.
La distancia es como el viento: apaga los fuegos pequeños pero enciende más a los grandes...
ResponderEliminarBesos!