domingo, 21 de octubre de 2012

Leccion de vida N° 7: No esperemos demasiado



No existe mejor momento que el mismo ahora para intentar algo nuevo. 
Esquivar las balas que la vida te lanza es divertido pero algunas veces también es mejor sentarse a planear el siguiente paso, o pensar cual podría ser. 
Ese instante en el que las cosas mas inesperadas empiezan a suceder parece ser el idóneo para ordenar pensamientos que están dispersos en el universo.
Y mientras pensamos, mientras mas lloramos, mientras mas esperamos, menos vivimos. Y es que podemos esperar el tiempo justo para que todo eso que deseamos suceda pero el consejo de quienes saben (aclaro que ese no soy yo) es que no esperemos demasiado.
Sera por que el tiempo hace que echemos raíces donde nos encontremos y quizás ese lugar no sea el que necesitemos. El tiempo nos vuelve viejos, no importa que tan lejos estemos de nuestra meta.
No se si todo lo bueno que ocurre de sorpresa pueda sobrevivir al amanecer,  permanecer o destruirse y levantarse de entre las cenizas una vez mas. No se si yo pueda hacerlo si quiera por primera vez, no conozco el limite de mi fuerza o de mi capacidad. Y eso lo siento como algo bueno por que me dice que hasta ahora no llegue a ningún límite no importa cuanto haya empujado para hacerlo. No se si a quien tengo delante sea el indicado o solo una bruma espesa de esas que solo hay que pasar por entre medio. No se si las oportunidades que se muestran como un abanico al estilo oriental sean casualidades y eso es por que no creo en las casualidades como algo inmutable que aparecen cuando mas las necesitamos, sino que son un producto de las decisiones y acciones del mundo que nos rodea y de nosotros mismo… o como se dice por ahí somos arquitectos de nuestro propio destino.
Y tantos no creo hacen que termine por no creer en mi mismo. Y me acobarde y escape sin sentido. Pero tantos no creo me demuestran que algo aprendí de la vida que me toco vivir, vida que no fue un camino de rosas pero tampoco uno de espinas. Y tantos no creo refuerzan mis creencias mas simples y concretas. Creo en el amor, la amistad, los sueños y el poder para hacerlos realidad. Creo en mi mismo y aunque pueda sonar egocéntrico, así es… si no creemos primero en nosotros mismo como vamos a creer en los demás?

martes, 2 de octubre de 2012

Lección de vida N° 6: El destino tiene curiosas formas de engañarte.



El destino tiene dos formas de destruirnos. Negar nuestros deseos...y cumplirlos.

Henri Frederic Amiel

Sentirse en las nubes ocasionalmente es algo que te receta el doctor para cuando los ánimos están bajos y es que un cumplido por parte de un completo extraño hablando del destino que hizo encontrarnos y una conversación sobre nuestras preferencias en la vida con un nuevo amigo gay de los que hace mucho no tengo (quizás si pero bueno, todos tienen sus problemas y expandir los horizontes parece la opción mas valida y justa) son la mezcla justa para ver todo como en cámara lenta, blanco y negro y con esos pequeños saltos entre negativo y negativo. 
Siempre es peligroso lograr todo lo que nos proponemos por que al hacerlo estamos a un paso de que todo vaya a peor… y es que el mundo tiene esa característica especial, girar sobre si mismo al estilo “Superman” y reinventarse para bien o para mal. A eso señores y señoras (para evitar al INADI) se le llama caer hacia el vacío.
Es cuando nos damos cuenta que la mitad de lo que decimos no tiene sentido.
Es cuando vemos que la mascara que creímos haber creado con éxito nuca existió.
Es cuando nos dimos cuenta que solo estuvimos mirando esos sueños que el destino nos negó y no todos aquellos que fuimos capaces de lograr.
Eso se llama reinventarse a si mismo… crear nuevos sueños desde las mismas cenizas de la destrucción de los anteriores.
Pero no se si somos nosotros los que decidimos que sueños se logran y cuales no… o es el destino.
Una vez me pregunte que pasaría si descubrimos que solo somos parte de la imaginación de un niño hiperactivo?  Seria el fin de todo o la puerta hacia muchos e infinitos mundos nuevos?
Depende de nosotros o de un destino ineludible todo esto?. Y que pasa si me encontrara al amor de mi vida en la próxima esquina o en la próxima ventana de un chat. Y si ese amor fuera prohibido o si ese amor estuviera en el cuerpo equivocado? Si todos esto fuera así… que seria la primera pregunta que nos haríamos?
Por qué? Destino… por qué? . Al mas estilo Hollywood. (¿???’’??)
Y yo pregunto… por qué le echamos la culpa al destino si al fin y al cabo somos seres de libre albedrio que pueden rechazar su interesante oferta y seguir adelante.
Sea el cumplido de un extraño o de un nuevo amigo… o de mi futuro amor o la esperanza de que nada va a empeorar o de que todo va a mejorar. Sea lo que sea que de sueños se trate… sea el destino el que intervenga o sea nuestro propio esfuerzo…
Siempre es lo mejor disfrutar cada momento…
Porque sea quien sea o lo que sea… siempre aparece en nuestras vidas con curiosas y divertidas formas de cambiar nuestro mundo y darnos la posibilidad de reinventarnos, de reconstruir o destruir y siempre de vivir.