lunes, 3 de octubre de 2011

Loosing my religion


Esta mañana escuchando algunas declaraciones de la iglesia sobre la homosexualidad, el matrimonio entre personas del mismo sexo y sobre la adopción por parte de los mismos tuve un recuerdo. De esos que te caen como una gota de agua fría sobre la nuca en pleno invierno.
Lo tomo ahora como momento de referencia sobre el día en el que deje de creer en la religión. Tendría apenas 9 años cuando cursaba las clases de la primera comunión católica en la capilla de mi barrio. Capilla repleta de gente falsa, asquerosa y sumamente podrida por dentro. Fue un día en el que al llegar la gente que debería darnos las clases estaban en la puerta echando a todo chico cuyos padres no habían ido a las últimas reuniones parroquiales. Que persona de más de dos dedos y medio de frente le dice a un chico que no puede entrar a una iglesia? Es obvio que con tan corta edad no pensaba ni en hacer me ningún planteamiento sobre aquello, solo entre a llorar y decidí irme corriendo hasta mi casa. Recuerdo haber llegado llorando y a mi madre preguntándome el porqué, al segundo ella llamando a la mujer esta para ver la razón por la cual me habían echado.
La cuestión es que termine el curso y tome la comunión pero en algún lado algo se rompió. Me hizo ver con los años que esa gente no vale la pena. Creo que la verdadera razón o la primera razón para que yo me alejara de la religión no fue mi sexualidad, la verdad es algo que en ese momento me importaba poco y nada, fue una acumulación de cosas como esas. La sensación de rechazo, la frialdad, la ignorancia, el odio. Cosas clásicas de la iglesia y de la gente que la preside. Puede ser tan cerrada las personas que dicen amar al prójimo como a sí mismos como para querer verlos muertos?
Pregunta  a la que prefiero no darle respuesta.
También pensé en una persona muy querida que conocí. Alguien que alguna vez creyó en dios y en su religión. Creyó tan ciegamente que esas personas que decían quererlo lograron que se piense una basura, un ser digno del mismo infierno. Así termino. Pero no quiero hablar de eso.
También me acorde a personas que viven con su sexualidad y su religión  como si nada. Y no entiendo cómo pueden estar ocultos alado de personas que los tirarían a agua hirviendo para purificarlos. Exagero? Díganmelo ustedes.
No soy religioso y si alguna vez lo fui gracias a “dios” deje de creer. No pienso volver a serlo, de solo pensar en todo lo que tanto poder ciego, sin control puede hacer, me da nauseas. No creo creer en nada o quizás en todo a la vez. Pensarlo hace que recaiga en situaciones cerradas como las ideas de la religión… así que decido solo vivir mis creencias.

domingo, 2 de octubre de 2011

Todo lo que sucede en ese instante

Todo lo que sucede en ese instante
Que les sucede a ustedes? 
Que se les cruzo por la cabeza en ese nuevo, único, especial, hermoso, horrible, efímero...
Instante

Nuevo look.
Nuevo nombre.
Nuevas ideas.
Nuevas pasiones.
Nuevos amores.
Con el mismo déficit de tiempo.
Pero...
La misma persona.


Joe