Pensándolo bien todavía me pregunto porque elegimos tomar un café en pleno verano. Supongo que le daba un toque adulto a la conversación. Aun así parecía un tema recurrente el que se sorprendan todavía el pequeño hecho que me guste el café frio. Era la segunda vez que alguien con quien me debía una charla comenzaba su discurso hablando de mi café y la frialdad que tenía. Acaso me querían decir algo, acaso el café frio reflejaba lo que yo tenía dentro y fuera en ese momento?
La conversación nunca salió de los límites de lo obtuso y denso. La típica metáfora comparativa del cuchillo, el aire y de cómo podía se cortado, encajaba muy bien en ese momento. Cada uno tenía un discurso de esos preparados durante meses, y parecía un debate político, más que una charla de exs y de viejos amigos.
Fuiste el único amigo con el que cruce esa línea que no se debe traspasar, los amigos solo tenemos que ser eso y nada más. Pero me enamore de algo que con el tiempo se fue. Y yo apoye que ese ser que amaba se extinga. Era lo que querías. Y yo no soporte, me fui. Volví.
Fue en ese momento donde las lágrimas se agolpan en mis lagrimales y comenzaba a tomar la alternativa de enojarme en vez de llorar.
Y estuviste conmigo como un amigo forzado, porque seamos sinceros siempre me odiaste. Odiabas que yo acaparara la atención de los demás y cuando yo estaba mal, muy mal tuviste que ceder a eso que te cegaba tanto y me abrazaste. Te acordas? Y yo en algún momento entre eso y el dia de la lluvia, me enamore. Te mojaste hasta por dentro para que yo no me mojara más de lo que ya estaba. Me cubrías con tus brazos, usabas tu campera de sombrilla para mi… solo para mí. Donde se fue todo eso?
Se lo abra llevado el agua.
Ya no tenía lugar para retener más lágrimas. Fue una de las pocas personas que me vio llorar de verdad. Pero esta vez no se rio, solía hacerlo y me decía que mis lágrimas demostraban que tenía sentimientos de una vez por todas.
Y el final de mi discurso fue frio y calculador. Proyecte por muchos segundos antes de decir la primera palabra, su reacción.
Creo que lo mejor es cortar por lo sano todo esto. Fuimos amigos, novios, pareja… ya no somos nada y no hay razón para serlo. Mis amigos, tus amigos te eligieron a vos cuando lo nuestro se terminó. No los culpo siempre llamaste más la atención. Sabemos también que lo que paso con A te dolió tanto que nunca lo perdonaste, pero bueno. Yo nunca deje de extrañarte mientras estaba de viaje y él siempre te amo, en ese entonces no había dejado de hacerlo… No sabía lo de nosotros.
Creo que es mejor que esto se quede acá. Ya no voy a volver y tampoco me vas tener cerca de nuevo. Somos diferentes. Acodarte siempre te dije que uno más uno hacen dos. Y cada quien siguió su camino.
Te quiero, a pesar de todo esto te quiero. Ya como amigo porque sé que algo mas no va a haber. Pero no sé si quiero dejar de verte así nomas. No creo que me haga bien cortar todo como vos queres. No somos amigos?
Su sonrisa hizo salir el sol de nuevo. Se fue con la esperanza y la seguridad de que las cosas no iban a quedar así. En ese aspecto es igual a mí. No se queda sin tener la última palabra.
Bueno después de algunos días (no me voy a poner a contarlos porque la verdad tengo mucho sueño y tengo demasiada fiebre como para contar) volví. Esto no deja de lado para nada lo que siento... de pensar que todavía lo que yo tenga para decir por acá en este momento no le sirva a nadie ni a mí. Pero sé que esto es como un desenlace para ese viaje tan revelador que tuve. No volví a nacer ni nada pero bueno esta charla fue una de las últimas que tuve y las consecuencias fueron las que me hicieron tomar medidas apresuradas después.
Estoy acá de todas maneras porque quiero porque los extraño y por qué parece que a pesar de no estar por acá esas personas que conocí a través de este blog siguen estando aunque sea para una pequeña charla apresurada.
Sigo acá porque sé que ustedes también.
Nos vemos pronto.