El año ya termina. Me parece imposible creerlo del todo, pero miro el calendario y ahí está ya casi la segunda quincena del último mes de este año.
En un balance general, tuvo cosas buenas y malas. Y en un balance más exacto tuvo más que eso y no puedo medirlo en negro y blanco porque creo que todo fue más gris que en cualquier otro año.
A fines del año pasado tuve que tomar una decisión que me hizo ver que hasta ahora en mi vida nunca había tomado una… o al menos de esa magnitud. Irme de la comodidad, de lo conocido, dejar el amor (o la comodidad de ese amor), dejar mi hogar, amigos y a quienes consideraba mi familia. Me fui, pero primero tuve que pasar por un periodo de adaptación. Doy gracias a mis queridísimos vecinos que me dejaron a cargo de su casa en vacaciones. Fue en esa casa donde yo hice mi duelo. Cada día fue una despedida, una más grande, dolorosa y reconfortante que otra. A último momento ya sabía que me tenía que ir. Y lo hice… era lo políticamente correcto.
Llegue en febrero y como era sabido me recibió mucha gente con los brazos abiertos. Gente que a pesar de no ser mi familia, lo era por el amor que me dedicaban. Fueron las personas que me bancaron todas, mis mal humores, mi felicidad, mis quejas, mi dolor, mis lágrimas, mis sueños. Me acompañaron en toda esa segunda parte de acomodación y lo siguen haciendo.
Comencé la facultad y me encontré con un lugar lleno de gente tan parecida a mí que era de ensueño. Hoy sigo estando a pesar de todo. Y sigo encontrando nuevas personas con un corazón enorme.
Empecé a trabar en las escuelas. Después de recibirme fue raro tener que trabajar, ser la autoridad en un salón lleno de niños. Y la verdad descubrí que es muy difícil pero que estaba en lo cierto cuando decía que era lo que me gustaba. Igual me consumen la energía y termino sin vos en cada día de trabajo. También encontré muy interesante que las maestras están todas locas pero que son muy copadas y que lo único que quieren, a pesar de ser viejas, es joda.
Retome mi vida amorosa después de todo. Pero solo termine dándome cuenta que había dejado atrás algo y que tenía que terminarlo. Y lo hice. Me siento libre, pude dejar de culparme por haberme ido. Y ahora somos solo dos personas que no necesitamos al otro y podemos recomenzar nuestras vidas.
Mi humor a pesar de seguir como siempre (histérico) mejoró y más en las últimas semanas. Me serene conmigo mismo, los demás y encontré algo de la paz que había estado buscando al venir acá.
Hay días en los que me siento solo a pesar de estar siempre en compañía. No puedo evitar querer ser otra persona. No quiero jugar el mismo papel que antes, ni cuando me encontraba en este lugar, ni cuando estaba en otro. Quiero encontrar la interpretación perfecta para este momento de mi vida y solo ser feliz haciéndola.
A pesar de estar bastante tranquilo y calmado, este año mi producción artística estuvo más parada que de costumbre, creo que el estar acostumbrado a trabajar en grupo y no dedicarme a lo mío personal exclusivamente, dio sus frutos negativos al final.
También fue este año la primera vez que me sentí discriminado por mi orientación sexual y reconozco que en parte fue mi culpa. Nunca quise y nunca intente adentrarme en lo que a los derechos que tenemos a pesar de que siempre me invitaban a reuniones del orgullo y ese tipo de cosas. No soy muy a fin a ese tipo de militancia. Y pague las consecuencias cuando muy inocentemente respondí que había tenido relaciones sexuales con otro hombre en la entrevista previa a donar sangre. Y no pude hacerlo. La verdad fue en ese momento en el que odie la promesa que me había hecho a mí mismo, de dejar de mentir para cubrir mis rastros, pero igual tuve que hacerlo al salir de la consulta y decir que tenía la presión baja por el miedo de que me metan una aguja.
Este año empecé este blog y hace más de tres meses que lo vengo llevando lo mejor que puedo. Es complicado sentarme y actualizar diario, simplemente no puedo hacerlo porque no dispongo del tiempo ni tampoco de tantas historias como para escribir todos los días. Estoy seguro que así como lo fue, cada día va a ser un camino nuevo.
Este año estuvo lleno de cosas buenas, de seres que me iluminaron el camino, de personas que me abrieron su corazón y su hogar. Este año estuvo lleno sombras y desamores, de reencuentros y chocadas contra la pared…pero fue un buen año y espero que el próximo me sorprenda con lo único que me falta para completar la historia.
My missing puzzle piece.
Joe